Baile Verde
Escuchad, señores, las palabras mías (teatro en portugués)
Dirección: Sofía Marques
REPARTO
Nuno Meireles
Gil Vicente escribió sobre el mundo, en español y portugués, contestando a preguntas generales y particulares: ¿Cómo era el mundo en el siglo XVI? ¿Hacia dónde iba? ¿Está enfermo el mundo? ¿Hay formas de conocer nuestro futuro? ¿Podemos confiar de verdad en la astrología? ¿Todavía nos quedan esperanzas? ¿Podemos predecir los terremotos? ¿Hay culpables en las catástrofes naturales?
En muchas ocasiones, a lo largo de su obra, Gil Vicente combina la osadía del loco o del insensato con la lucidez del sabio, del filósofo. En Escuchad, señores, las palabras mías presentamos dos textos en ambos idiomas: “Pregação” (1506), en español, y “Tormenta” (1531), en portugués. Son sermones teatralizados por el gran autor, que simula en ellos la situación (y la elocuencia) de interpelar a una comunidad. En el primer discurso, el autor le pide a su público que acepte su insanidad por una vez. En el segundo, predica un sermón a los sacerdotes, invirtiendo el orden habitual de quién predica a quién.
En ambas escenas vemos la lucidez atada al sinsentido, como en “Filósofo con un Tonto atado al pie” de su última obra (Floresta d’Enganos, 1536). Esta dialéctica de personajes y de símbolos es tan atrayente, tan intrigante, que de ella nació la microcompañía de teatro, one-man-show, Teatro do Filósofo com o Parvo atado ao Pé.
En estas dos obras (o escenas, o autos) vemos un juego de simulacros, dirigido unas veces a los reyes de Portugal y otras a un público que invoca, que recupera, que representa. Será un juego de cajas, con una caja-situación dentro de otra, ésta dentro de otra, y así sucesivamente.
Las dos obras demuestran que el mundo siempre ha estado en crisis. Sin embargo, nos recuerdan cómo Gil Vicente pretendía mejorar el mundo, su mundo. Y el nuestro.