El trabajo fotográfico de la artista peruana Cecilia Paredes constituye un intento de demostrar que el cuerpo de la mujer es un territorio sagrado, no profano; de restaurar una percepción del mismo como si fuera un milagro en medio del actual caos tecnificado. La artista experimenta con su propio cuerpo y registra en soporte fotográfico fragmentos anatómicos que han sido objeto de acciones de carácter ritual. Las fotografías nos muestran acciones que podrían estar situadas en un territorio intersticial entre el pensamiento y las emociones, pues los dos sentidos, el afectivo y el intelectual, conviven en perpetuo vaivén conformando un conjunto indeterminado, un espacio de ambigüedades que constituye precisamente uno de los mayores atractivos de cada imagen.
Textos de:
Javier Panera, Rosina Cazali, Rachel Weiss, Álvaro Zamora, Luis Fernando Quirós y Antonio Zaya