Homos libris, liber est o ‘El hombre del libro es libre’ hace partícipe al espectador de la aventura intelectual diaria a la que debemos enfrentarnos sin paliativos en todo momento. En esta muestra cada obra es un zarpazo a la pasividad, es una partitura para vihuela y laúd de ritmo frenético, que traslada desde la quema del Talmud en la Place de Grève de la antigua Lutecia, hasta las cánticas del edicto de Valladolid. La cultura y el libro fueron combustible festivo para crueles y totalitarios engendros, los cuales perviven y se enmascaran tras la fachada del progresismo.
Textos de:
Sebastià Jané y Sigrid Amorós